Mi abuela tenía una luna sobre su casa
y mi otra abuela tenía otra luna.
Nosotros teníamos una luna sobre nuestro patio trasero,
y mi mejor amigo, tenia luz de luna en su habitación
procedente de su propia luna.
Incluso cuando visitamos a nuestros primos de Chicago
no me sorprendió descubrir que también ellos tenían
su propia luna.
Entonces una noche, volviendo a casa después de visitar a la abuela, miré afuera por la ventana trasera del coche...
...y ví que su luna nos seguía a casa.
Su luna era nuestra luna
¡Solo había una luna!
...El cielo parecía ahora tan vacío..."
Duane Michals
1 comentario:
Hoy por casualidad, he vuelto a releer este mini relato....
me encanta!!!
Publicar un comentario